SEGURIDAD EN BICICLETA
Según un estudio realizado por la A BI CI y Lagambiente, los italianos que utilizan sistemáticamente la bicicleta para cubrir el trayecto de casa al trabajo son 743.000, con porcentajes muy elevados en la provincia autónoma de Bolzano (el 13,2% de los ocupados llegan al lugar del trabajo en bicicleta), en Emilia Romagna (7,8%) y Véneto (7,7%).
Transferir una parte importante de la movilidad urbana motorizada hacia la bicicleta, manteniendo y posiblemente aumentando los niveles de transporte público local, proporcionaría beneficios evidentes, tanto en términos de reducción de la contaminación del aire como de bienestar psicofísico y, por tanto, de reducción de diversas patologías, cohesión social, pero sobre todo en términos de reducir el número de muertes y lesiones entre peatones y ciclistas, que son los usuarios de mayor riesgo en las zonas urbanas.
Pero el desarrollo de una verdadera cultura de la bicicleta también implica políticas de seguridad nuevas y más confiables.
Las estrategias para aumentar la seguridad de los ciclistas deben abordarse a través de un conjunto de actuaciones encaminadas a hacer más perceptible la presencia de los vehículos de dos ruedas para el resto de usuarios de la vía, mejorar la seguridad pasiva de los ciclistas para reducir las consecuencias de los accidentes, adaptar las infraestructuras para que más compatible con las necesidades de los vehículos de dos ruedas.
En el marco de las intervenciones para hacer más visibles a los ciclistas, se podrían prever cambios en las normas sobre el uso de dispositivos reflectantes y ropa de alta visibilidad y se podría introducir una disciplina específica para la escolta técnica también durante los entrenamientos organizados.
En cuanto a la visibilidad, para reducir el riesgo de accidentes, especialmente en los cruces, los ciclistas deben ser siempre fácilmente identificables por los automovilistas y otros usuarios de la vía, existiendo la obligación general de llevar ropa reflectante que ofrezca la máxima visibilidad de su silueta en movimiento, nunca siendo confundirse con otros elementos de la vía. Actualmente, el código prevé que los ciclistas deben hacerse visibles mediante el uso de una chaqueta reflectante u otra vestimenta similar sólo en condiciones de visibilidad limitada, es decir, cuando pasan por túneles o cuando circulan fuera de los centros urbanos por la noche (a partir de media hora después del atardecer y media una hora antes del amanecer).