En bicicleta durante el invierno
Oscuridad temprana, hielo, humedad y niebla: los ciclistas apasionados no dejan sus bicicletas en el garaje ni siquiera en la mitad más fría del año, pero ahora deberían prestar atención a algunas cosas.
Porque andar en bicicleta en invierno plantea varios problemas: por un lado, el cuerpo debe estar protegido de la humedad y el frío, pero la ropa gruesa, el gorro y la bufanda limitan parcialmente la libertad de movimiento habitual y el campo de visión. Al mismo tiempo, el comportamiento de conducción y frenado en carreteras mojadas o incluso heladas es diferente de lo habitual. Y luego, debido a la oscuridad temprana, los reflejos en las carreteras mojadas y la niebla se ven menos bien de lo habitual y los demás usuarios de la carretera pasan desapercibidos con mayor facilidad. En estas difíciles circunstancias, andar en bicicleta puede provocar rápidamente accidentes que, en el peor de los casos, pueden provocar discapacidades físicas permanentes.
Los requisitos legales son luces y reflectores en la parte delantera y trasera, así como reflectores en neumáticos, radios y pedales.
La ropa adecuada también es importante para un viaje seguro: lo mejor es elegir colores brillantes y reflectantes. Un chaleco reflectante de seguridad o una correa para el hombro mejoran además la visibilidad. A la hora de elegir la ropa se aplica la regla: lo principal es que se vea. Es imprescindible llevar ropa reflectante o chaleco de seguridad. Los guantes también deberían estar provistos de reflectores. En la oscuridad, las señales con las manos se perciben mejor antes de girar. Para que la cabeza se mantenga caliente y seca, Hoffmann recomienda colocar una capucha impermeable sobre el casco o sellar los cascos abiertos con cinta adhesiva.
Para el viaje en sí, es importante conducir con cuidado y despacio. Las hojas húmedas o la humedad helada pueden hacer que los carriles bici estén resbaladizos. Para reducir el riesgo de resbalones, los ciclistas deben evitar maniobras bruscas de balanceo y frenado brusco. También puede ser útil dejar salir un poco de aire de los neumáticos. Esto aumenta el área de contacto de la bicicleta. Si raspas los pedales con papel de lija, también tendrás un mejor agarre cuando estén mojados. Y, por supuesto, un casco de bicicleta es indispensable, especialmente en la estación fría.
Por último, pero no menos importante, la bicicleta debe recibir un mantenimiento regular. El frío, la humedad y la sal de la carretera son un problema para esta tecnología, por muy robusto que sea el modelo. Hoffmann recomienda lubricar bien los cables Bowden con aceite fino o grasa de teflón para que los frenos y las marchas no se endurezcan. Le pertenecen los tornillos y palancas engrasados, así como el candado de la bicicleta, para que no se congelen en caso de heladas. Sin embargo, de poco sirve que la cadena se resbale. Esto puede suceder con bastante rapidez cuando hay aguanieve si hay hielo entre las grietas. En general se aplica lo siguiente: Las pastillas de freno deben cambiarse a más tardar cuando las ranuras transversales ya no sean visibles.
¿Cuál es el mejor lugar para conducir sobre hielo y nieve?
Evitar: Los carriles bici sólo deben despejarse o dispersarse si se consideran importantes para el tráfico o si se sabe que son un tramo de carretera peligroso. Si un carril bici no está desmenuzado o limpio de hielo y nieve, pero la carretera sí, el ciclista también puede cambiar a la carretera.