Centrarse en la seguridad a través de la visibilidad
Por la mañana amanece más tarde, y por la noche amanece más temprano: ha llegado el otoño, con él la comodidad pero también el peligro de ser menos reconocido como ciclista en el tráfico. En el marco del concepto de prevención para reducir los accidentes ciclistas, en noviembre todo girará en torno al tema "La seguridad a través de la visibilidad".
Además de la iluminación funcional prescrita en la bicicleta, al comienzo de la temporada de oscuridad, todo ciclista debería equiparse de serie con un chaleco reflectante ligero y ropa de colores claros. Los cascos de bicicleta, las mochilas y las cestas para bicicletas se pueden complementar con una funda protectora reflectante de color amarillo neón. Cuanto más brilla y refleja, mejor los conductores notan activamente a los ciclistas en el tráfico. Porque en la oscuridad y en la humedad es difícil reconocerlos a través de las gotas de lluvia de la ventanilla lateral de un vehículo, a pesar de mirar por encima del hombro y mirar de cerca.
"Los ciclistas con ropa oscura sólo pueden ser vistos muy de cerca en la oscuridad a una distancia de 25 a 30 metros, con ropa de colores claros a 40 metros. El uso de un chaleco reflectante hace que el ciclista sea visible para todos los usuarios de la vía a una distancia de 140 metros. "
La visibilidad y, por tanto, la seguridad no son caras: chalecos de alta visibilidad, fundas para cascos y fundas reflectantes para mochilas con protección contra la humedad se pueden adquirir a precios económicos en tiendas especializadas. Un buen casco según las normas DIN forma parte del equipamiento estándar de un ciclista responsable.
Nota: Las bicicletas de carreras también deben estar equipadas con iluminación y reflectores adecuados; de lo contrario, no están permitidas en zonas de tráfico público.
Cuando se trata de seguridad a través de la visibilidad, los conductores de los vehículos son igualmente responsables:
Antes de iniciar el viaje se deberá eliminar la humedad y el hielo de todas las ventanillas del vehículo, tanto interiores como exteriores, para no obstruir la visibilidad. No basta con una mirilla en el parabrisas. Cada vez que inicies tu viaje, asegúrate de que las luces del vehículo funcionan correctamente. Los faros defectuosos y la visibilidad limitada a través de las ventanillas del vehículo dificultan el reconocimiento oportuno de los ciclistas y aumentan considerablemente el riesgo de accidentes.