El peatón deberá llevar chaleco reflectante.

Fuera del centro de las ciudades y al anochecer, el peatón debe llevar chaqueta reflectante: de lo contrario, en caso de inversión, el automovilista no es responsable del homicidio.

El código de circulación establece que, fuera de las zonas urbanas, los peatones deberán circular:

en caso de calzada de doble sentido, en sentido contrario al de los automóviles;

en el caso de carril de circulación de un solo sentido, en el margen derecho respecto del sentido de circulación de los vehículos.

Desde media hora después de la puesta del sol hasta media hora antes de su salida, los peatones que circulen por la calzada de vías exteriores a los centros habitados, sin alumbrado público, deberán marchar en una sola fila.

Sin embargo, ninguna normativa obliga al peatón a llevar el chaleco reflectante. La única obligación se aplica únicamente al automovilista y al ciclista. En el primer caso, en particular, los conductores de vehículos parados en la calzada, fuera de zonas habitadas, de noche o en condiciones de mala visibilidad, deberán llevar chalecos reflectantes o tirantes.

Es obligatorio llevarlos cuando se va a arreglar el triángulo después de una avería o al salir del coche parado en el carril de emergencia. La obligación se aplica no sólo al conductor sino también a los pasajeros transportados.

El automovilista no es responsable de la imprudencia ajena.

El hecho de que ninguna norma del código de circulación obligue al peatón a llevar el chaleco reflectante por la noche y fuera de los centros urbanos no significa que este comportamiento pueda considerarse, aunque lícito, incluso prudente. De hecho, es muy fácil que el peatón, en condiciones de mala visibilidad, no sea detectado por el conductor y lo atropelle. En tales casos, según el Tribunal de Casación, el automovilista no puede ser acusado de asesinato, siempre que su comportamiento al volante se considere prudente y respetuoso de los límites de velocidad.

El conductor debe - subraya puntualmente la jurisprudencia - ponerse en condiciones de poder prever y evitar el accidente. Esto significa respetar no sólo las normas del código de circulación, sino hacer todo lo posible para evitar situaciones críticas que puedan dañar a terceros. Sin embargo, encontrarse delante del coche un peatón que, en mitad de la noche, completamente escondido de la oscuridad, no se queda al borde de la carretera para evitar el peligro, es ciertamente una situación imposible de prever y, por lo tanto, Carreteras con alto kilometraje, también deben evitarse. Por lo tanto, en tales casos, sólo si el peatón llevaba el chaleco reflectante el automovilista puede ser penalmente responsable (la inversión, de hecho, es previsible y evitable con la señal luminosa), en caso contrario quedará exento de cualquier responsabilidad penal.